Como todo el mundo sabe la sanidad española es un maldito invento socialista del Generalísimo (ese tirano que no sé porqué se empeñan en pintarlo de azul, si más rojo no podía ser el desgraciado).
Como tal sistema socialista, sus funcionarios los médicos, cobran todos lo mismo hagan más o hagan menos, asuman más responsabilidad a corazón abierto o menos dando con el martillito en la rodilla, inviertan más tiempo y dinero en formarse o se conformen con lo aprendido en la carrera... Para más INRI, llega el PSOE y se inventa un complemento de exclusividad que sólo cobrarán los que, en su tiempo libre, no hagan medicina privada; es decir, que por trabajar de igual forma y en el mismo lugar de trabajo, cobrarán unos más que otros en virtud de lo que les guste hacer fuera de ese trabajo... ¡Demencial!
Desde el punto de vista del usuario, tal sistema socialista se fundamente en que cada uno va al médico que le toca y, en caso de falta de
feeling, pidiendo favores y rellenando papeles, le asignan otro; eso sí, gratis total, seas de aquí o estés de paso...
Llega un residente recién acabado, con más ganas de operar que chupito y se programa 4 enfermos en una mañana, pero resulta que con el segundo se han hecho las 12:30. Aparece un enfermero veterano y le dice: niño, ¿no ves que si empezamos el tercero ya no salimos a las 3:00? Además, si malacostumbramos al Gerente, luego nos pedirán que hagamos cinco. El residente se enfrenta y las primeras veces consigue meter algún enfermo más porque "él es el que manda", pero claro, a costa de malas caras, mal ambiente y de vivir tensión laborar innecesaria. Cuando han pasado los meses suficientes se da cuenta de que es mejor seguir la corriente del sistema, más aún si a fin de mes se va a encontrar con la misma nómina, pero sin dolores de cabeza. Por supuesto, no se va a quedar por las tardes a estudiar o a hacer trabajo de laboratorio, ya que por el mismo precio, lógicamente, está mejor con su familia...
Tras esta pincelada del funcionamiento real de la SS, se encuentra la clara explicación de por qué España es un país sin ambición en investigación médica, con largas listas de espera y con (no siempre y que me perdonen los que no se den por aludidos) deficiente actualización de la formación. Tenemos un número de especialistas 3 y 4 veces superior al de otros países con entre 1,5 y 2 veces la población de España, que cobran entre 7 y 10 veces menos que en países donde el nivel de vida es entre 1,3 y 1,8 veces más caro. Apesar de eso, ya se oyen rumores de que el ministro Soria pretende iniciar el acoso fiscal a los médicos (que para él deben representar la vil burguesía) y a las empresas de material médico (que son las que financian la mayor parte de la formación de los primeros) por si hay indicios de soborno e incremento lucrativo del gasto...
Francamente esto debe terminar. Es un ataque a la libertad de los ciudadanos y un acicate a la gandulería y al estancamiento del sistema. Pero claro, seguro que Soria puede arreglarlo con unos cuantos inspectores y comisarios que fustiguen a los holgazanes...
Desde luego, lo ideal sería desmontar el sistema completo y convertirlo en privado, pero cualquiera que intente acometer semejante reforma será decapitado, os lo aseguro. Así que habrá que conformarse con unos cuantos cambios menores. Las reformas más urgentes, en mi opinión, son:
1. Tarificar los actos médicos y pagar los sueldos en función de la actividad.
2. Abolir los complementos por exclusividad
3. Incentivar la actualización de conocimientos (por ejemplo, bonus por puesta en marcha de nuevas técnicas)
4. Incentivar la investigación (por ejemplo, bonus por publicación de artículos, libros, tesis, acordes con el factor de impacto de la resvista que lo publica)
5. Libertad ABSOLUTA para la elección de médico
6. Creación de directorios web de profesionales con curriculums disponibles para facilitar la elección por parte de los pacientes
7. Pago de tarifa mínima para atención en urgencias (no para las emergencias)
8. Línea de créditos sin interés para tratamientos privados dentro o fuera del País.
9. Eliminación de los privilegios de contratación por lenguas cooficiales.
Y otras menos urgentes:
10. Liberalización de la obligatoriedad de las guardias.
11. Reducción del precio base de la guardia e implementación del cobro por acto médico urgente
12. Modificación del sistema de complementos salariales, utilizándolos exclusivamente como forma de compensación a los médicos que abandonan las guardias por edad o enfermedad.