domingo, 16 de septiembre de 2007

Aborto y liberalismo

Es facilón pensar que la libertad de una madre coloca el aborto dentro del marco del liberalismo. Sin embargo, si pudiéramos preguntarle a su hijo, probablemente eligiera no ser triturado por una batidora... Nuestro deber de defender la libertad de todos nos obligaría a defender especialmente la del no-nato que, un potencial día, podriá elegir de su boca y con efecto retroactivo.
A pesar de eso no me siento en posesión de la completa verdad al respecto, por lo cual me asusta oponerme, cuanto menos, a uno de los supuestos autorizados por la ley.
Que las leyes actuales sean permisivas con el aborto puede simplemente significar que los políticos actúen como Pilatos, pasándo la responsabilidad a cada cual; pero que no existan ni hayan existido campañas para incentivar la donación en adopción u otras opciones, nos abre los ojos a la falta de sensibilidad, conocimiento y escrúpulos de los legisladores.

Mi pregunta a la blogosfera liberal es: a falta de campañas gubernamentales o no gubernamentales y puesto que el mercado es el transformador de las ideas en hechos, puesto que triturar fetos vivos "no parece" defender la libertad del débil, puesto que premiar la actitud correcta es más efectivo que castigar la incorrecta..., ¿se le ocurre a alguien cómo crear una empresa cuyo objetivo sea promocionar en la educación y los medios, así como premiar en las madres una opción mejor para sus bebes? ¿sin incurrir en compraventas delictivas y conllevando el incentivador lucro (=puestos de trabajo)?

Ahí queda eso (y el pensamiento de una mujer buena): "Para mi, las naciones que han legalizado el aborto son las mas pobres, le tienen miedo a un niño no nacido y el niño tiene que morir". "Si conocen a alguien que no quiere al niño, que le tiene miedo al niño, díganle que me lo de a mi." Teresa de Calcutta

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