domingo, 4 de noviembre de 2007

Bandera Preconstitucional

Acabo de ser reprendido (de forma privada, eso sí) por hacer ostentación en mi blog de una "bandera preconstitucional"... Voy a aprovechar la ocasión para aclarar pequeñas malinterpretaciones de la Historia muy extendidas.

En primer lugar, se suele asociar el escudo del Águila de San Juan con la dictadura franquista, cuando en realidad, procede de la unificación de los Reinos por los Reyes Católicos. En ese escudo se encuentran incluidas las armas de Castilla, León, Aragón y Granada, el águila del Evangelista, que simboliza eso, la evangelización que España acometió en las Indias, la Corona Real con la Cruz cristiana, el yugo de Ysabel y las flechas de Fernando, sus sellos personales.
La II República eliminó los símbolos reales y cristianos, además de modificar la disposición habitual de la heráldica y añadir el tercer color. Que fuera Franco quien recuperó los originales es la única causa por la cual la progresía deplora la bandera histórica, como si nada hubiera existido antes que Franco. La única añadidura del franquismo fue el lema de Una Grande Libre, sugerido por uno de los posteriormente asesinados en Paracuellos de Jarama.

En segundo lugar, la Constitución de 1978 no regula acerca del escudo oficial, pero sí sobre los colores, de hecho, el ejemplar original de nuestra Constitución lleva impreso en la portada un pedazo de escudo con el águila, que levanta la boina. De esto se deducen dos cosas: primero, que llamar preconstitucional a la bandera franquista es un contrasentido (fue la oficial hasta después del numerito de Tejero); y segundo, que ninguna bandera puede considerarse preconstitucional salvo que no sea roja y gualda (por ejemplo, la tricolor).


En tercer lugar, la Ley Orgánica 39/1981 que reguló el diseño y uso de bandera y escudo oficiales (escudo que, por cierto, utiliza un batiburrillo de heráldica republicana mezclada con borbónica), se refiere únicamente a su uso en las instituciones del Estado, prohibiendo su artículo 8 la superimposición de emblemas particulares, políticos o sindicales, pero no históricos, por lo cual yo podría utilizar si quisiera el escudo franquista. Sin embargo, creo que ya he demostrado en alguna ocasión que Franco, como antiliberal, no merece mi admiración.

Así que, después de esto, dejad en paz a mis Reyes Católicos, que es por los únicos que dejaría de sentirme republicano.

sábado, 3 de noviembre de 2007

MaldaZ. RuindaZ. IniquidaZ.

¿Saben a quien me refiero?
En su nombre lleva el de su enemigo. En su apellido, lo que sus amigos pintan sobre las fotos de sus objetivos...
Pero les prometo que ya no me sulfuran las heces que salen de algunas bocas. En realidad me resultan cómicas.